Los ochenta y noventa fueron muy dados a la aparición de todo tipo de mascotas, clubes deportivos, eventos deportivos y culturales, o en el caso que a nosotros nos atañe, compañías de videojuegos.Todos buscaban un personaje que fuera su imagen a los ojos de todo el mundo. En los videojuegos los personajes que a todos se nos vienen a la mente ahora mismo son Mario y Sonic, lo cierto es que estos dos personajes hoy en día han trascendido a la cultura popular, pero en su mayor parte compañía de videojuegos medianamente grande, tenia si no como mascota, como personaje más representativo o icono un personaje de algunos de sus videojuegos.
Tarea que en su época se antojaba difícil en una desarrolladora como la que publicó el juego que nos traemos entre manos en este análisis. Difícil porque es complicado escoger un personaje que sea más popular que los demás entre sus títulos famosos, algunos dirán que Megaman (Rockman en Japón), otros que Ryu, incluso puede que otros abogaran por Sir Arthur… Pero lo que pocos saben es que por encima de estos, un tal Capitan Commando fue durante cierto tiempo la imagen de la compañía, incluso antes de protagonizar juego alguno.
Captain Commando, nombre del personaje en el que si nos fijamos un poco vemos rápidamente incluido el nombre de la compañía, comenzó sus andares en 1986 como personaje ficticio que presentaba los lanzamientos para NES de la compañía nipona en Norte América, la parte trasera del manual nos mostraba un caricaturesco personaje con un traje futurista, un superhéroe espacial que parece sacado de fiebre de sábado noche, el cual nos felicitaba por haber obtenido un juego de Capcom con el que lo íbamos a pasar de fábula.
En 1989 una versión revisada del personaje más moderna y futurista, apareció en otros cuantos juegos e incluso llego a “protagonizar” un juego, el Section Z de NES, así entre comillas porque aunque la parte trasera del embalaje del juego basado en la recreativa del mismo nombre nos decía algo así como “Will you and Captain Commando penetrate Section Z and defeat the Balangool Empire?” el personaje del juego tenía poco que ver estéticamente con el héroe al que hacía referencia, es más, en el arcade original no había ninguna mención hacia él y en la versión que nos llegó a Europa más de lo mismo.
El caso es que el personaje poco a poco fue perdiendo su popularidad, mientras que un pequeño personaje con un mono azul triunfaba y se erigía como estandarte de la compañía nipona (con permiso de los chicos de Final Fight y el inminente Street Fighter).
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El caso es que cuando el personaje ya se creía en el olvido, Capcom nos sorprendió con un fabuloso beat em up, un brawler que seguía las pautas del referente del genero Final Fight con el que como veremos compartía no solo jugabilidad, si no también localización. Un yo contra el barrio que continuó una exitosa carrera del género en la placa CPS bajo la que corría, la misma que encumbró a Capcom como reina del género en los arcades con títulos tan míticos como Cadillacs and Dinosaurs o The Punisher, un juego que tal vez quedo algo eclipsado porque ese mismo año la recreativa estrella era un tal Street Fighter 2 que salió unos meses antes y que supuso un punto de inflexión en los videojuegos, un título que pese a ello engancho a una legión de fieles jugadores por su innegable calidad.
Capsule Computers ya por entonces conocida como Capcom revolucionó el joven género de los beat´em up con un juego novedoso en muchos aspectos, Final Fight llegó para sentar unas nuevas bases en el género y marcar las pautas futuras de cómo se debía de hacer un yo contra el barrio de éxito. Pronto las demás compañías se pusieron las pilas y empezaron a aparecer juegos de una excelente factura, era la época dorada del género, los noventa, fueron muy prolíficos, con grandes clásicos que hoy en día siguen dándonos horas de diversión a muchos, así, Capcom no se durmió en los laureles y aprovechando la potencia de la placa arcade CPS (la misma que de Final Fight) presento al mundo Captain Commando. Protagonizado por su ex “mascota”, aquel personaje que nos daba las gracias por comprar sus juegos por fin protagonizaba un juego como se merecía.
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Para ello se rediseñó el aspecto del personaje, dándole un aspecto más de superhéroe al estilo Marvel, y se construyó todo un universo alrededor de su figura, así Captain Commando nos presenta un futuro no muy lejano de la misma ciudad que Final Fight, Metro City en la que un cabronazo llamado Scumocide aficionado a hacer experimentos genéticos ha creado todo un ejército de mutantes que junto con otra calaña a sus órdenes están como es costumbre ya en la ciudad atemorizando a sus gentes. No pasa nada, ya no está Haggar ni Guy ni Cody, pero está el Captain Commando que junto con otros 3 personajes más muy aficionados todos ellos a repartir sopapos se ha propuesto ayudar a los ciudadanos y terminar con el villano.
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Captain Commando sigue los pasos jugables del final Fight, aunque aportando algunas novedades. Por ejemplo en esta versión arcade dependiendo del mueble en el que esté instalada pueden jugar hasta cuatro jugadores simultáneos. Así cada jugador elegiría uno de los cuatro personajes disponibles, tan dispares entre ellos que parecen que no pegan ni con cola pero que aportan una gran variedad jugable al juego, lo cual se agradece:
CAPTAIN COMMANDO
El protagonista del juego, también es el personaje más equilibrado, con buenos ataques especiales, el principal es una descarga eléctrica que electrocutara a los enemigos que se encuentren a su espalda y en frente. Tiene un buen ataque que consiste en correr saltar y lanzar fuego por un pequeño lanzallamas de su brazo, muy útil en la mayor parte de las situaciones.
De nombre Ginzu, este personaje cuenta con una katana en sus manos que nos permitirá cortar en trozos a nuestros enemigos, literalmente, ya que cuando acabamos con ellos a veces los partirá en dos, su condición de ninja le permite usar shurikens como armas.
Un bebe a bordo de un robot, que cómicamente mueve dos palancas para efectuar todos los golpes, lento pero poderoso, puede incluso subirse a los otros mechas que los enemigos dejan, pero para ello no abandonara el suyo propio, lo cual crea una situación bastante cómica. Pese a lo que pueda parecer no es tan fuerte como su montura puede indicar.
Su nombre es Mack, su condición… una momia. Es el otro personaje con armas de filo por defecto, dos pequeños cuchillos que maneja con agilidad, al eliminar a los enemigos, su carne se desintegra dejando solo sus huesos. Tiene un muy buen ataque especial en el cual gira sobre sí mismo creando un torbellino cortante, muy útil cuando nos vemos rodeados.
Jugablemente los chicos de Capcom no se han complicado la vida, dos botones para manejarlo todo, salto y acción, y con ellos una gran variedad de golpes gracias a la función de correr habilitada con doble pulsación en una dirección de la palanca de joystick, al correr nuestros personajes pueden atacar a los enemigos con un poderoso ataque o incluso pueden saltar primero para luego en el aire hacer otra variante de ese ataque fuerte, pulsar los dos botones a la vez provoca que nuestro enemigo haga un potente ataque especial comúnmente conocido como “la magia” en su época, que lo librará de los enemigos que le acosan, muy útil en momentos críticos pero a evitar su uso prolongado ya que como es normal nos quitara un pedacito de nuestra barra de vida.
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En su época la mayor parte de los brawlers tenían como armas opcionales bates de béisbol, tuberías y demás armas contundentes, Captain Commando va un poco más allá y está repleto de armas de fuego, como armas automáticas, láseres o un útil lanza granadas entre ellas, desmarcándose un poco de lo que era habitual, por otra parte tendremos también los diferentes tipos de alimentos que según su contundencia rellenaran más o menos nuestra barra de vida, por último los siempre útiles objetos de suma de puntos, buenos para buscar una vida extra.
En cuanto al repertorio de armas, también tenemos la opción, al más puro estilo Golden Axe, de robar vehículos a los enemigos, estos a veces aparecen montados en una especie de mini “mechas” que pueden ser de tres tipos, unos armados con unos poderosos puños, otros con un lanzallamas y otros con un disparo de hielo que nos congelara unos instantes. Golpeando estos vehículos echaremos fuera a su dueño y podremos subirnos a él para aumentar nuestro poder, eso si estos no son indestructibles y cuando reciban unos cuantos impactos serán destruidos, también tenemos que tener cuidado cuando estos queden libres o decidamos bajarnos de los mismos ya que pueden ser recuperados por los enemigos.
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Nueve fases serán las que nos separan de nuestro objetivo, todas con una variedad entre ellas muy notable ya que visitaremos sitios tan diferentes como las calles de la ciudad, un museo, un nivel basado en temática japonesa-ninja, un circo, un acuario, etc. Todos ellos con sus característicos enemigos, los cuales en los últimos niveles y como es típico en este tipo de juegos irán apareciendo ya repetidos con una ligera alteración en su color que los volverá más poderosos, al igual que los jefes finales de algunos niveles anteriores, que en los posteriores volverán a aparecer a modo de poderoso enemigo intermedio. Vamos algo que no se sale de la habitual tónica del género en su época, solo les falto el omnipresente ascensor antes de enfrentarse al enemigo final.
El apartado técnico del juego es muy bueno, gracias a la placa CPS, Final Fight había dado un paso adelante tremendo respecto a sus antecesores, Captain Commando sigue este estilo artístico, aunque con claras diferencias gráficas, aquí el punto de vista de la “cámara” es más amplio y esto repercute en unos personajes ligeramente más pequeños pero por el contrario unos escenarios más amplios que permiten a los personajes desplazarse más distancia en el eje vertical de los mismos. Normal teniendo en cuenta la capacidad del título para permitir cuatro jugadores simultáneos, si no fuera así sería un caos de personajes, y me imagino que incluso el rendimiento se vería afectado.
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Artísticamente, y como ya hemos dicho, la variedad de los escenarios es muy amplia y la cantidad de detalles de los mismos es sublime, además todos cuentan con varias partes diferenciadas en cada uno, también destacar que algunos elementos de los mismos son interactivos, vamos que podemos romperlos, no es que aporte mucho a la jugabilidad, pero queda bien.
El diseño de los personajes es un marcado estilo comic, con un cierto punto de toque retro futurista, las animaciones de los mismos son más que correctas, destacables son las del bebe a lomos del mecha, con unos gestos muy caricaturescos.
La variedad de enemigos es la normal en un juego de este estilo, compuesta por enemigos básicos que en principio varían mucho con los niveles, pero que en los últimos ya se repetirán, variando algunos el color cosa que como suele ser habitual y todos sabemos los hace algo más poderosos. Tenemos los clásicos enemigos básicos, los navajeros, los enanos escupe fuego, las chicas ligeras de ropa con un látigo, etc.
Musicalmente no es un juego que destaque, la banda sonora, cumplidora está compuesta por pistas variadas, lo suficiente como para no resultar machaconas ni repetitivas, no esperéis unas melodías de estas que se te quedan grabadas, nada que destaque pero tampoco nada que desentone. Correcta sin más. Por su parte los efectos sonoros están compuestos por los típicos sonidos de los golpes y armas acompañados por una gran variedad de gritos de los personajes, al elegir un luchador una voz nos dirá su nombre.
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En 1995 el juego fue porteado a Super Nintendo, ya en sus últimos años, la conversión es bastante buena, dando como resultado uno de los mejores juegos del género en la 16 bits de Nintendo, obviamente el juego sufrió un importante recorte gráfico aunque aguanto muy bien el tipo, también perdió a los mechas, se supone que por alguna razón técnica. Eso si como era habitual, y sobre todo en los sistemas de Nintendo el juego sufrió la censura, las muertes violentas de los enemigos fueron eliminadas así como la mayor parte de la sangre.
La primera PlayStation recibió también un port del juego, en una versión pixel perfect, el lanzamiento del juego fue restringido solo a Japón, con una tirada bastante escasa.
En recopilatorios ha aparecido en el Capcom Classics Collection Remixed en PSP y en el Capcom Classics Collection Vol.2 de PS2 y Xbox.
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Pese a la gran aceptación del juego, el personaje de Captain Commando no volvió a protagonizar juego alguno, el boom que supuso Streer Fighter 2 y la gran aceptación del personaje de Megaman, no dejaron ninguna opción de seguir con su título de estandarte de la compañía, por otra parte Capcom no fue de explotar en los arcades sus beat em up con secuelas, Final Fight solo vio continuación en la Super Nintendo con dos entregas más, después de este título Cadillac and Dinosaurs y The Punisher fueron los siguientes, y con el cambio a la placa CPS2 otros tantos vieron la luz y el único que recibió continuación de todos los que salieron fue el apoteósico D&D Tower of Doom que tras el éxito de la primera entrega recibió una secuela aún mejor con el nombre de Shadow over Mystaria.
Aun así el personaje no cayó en el olvido total y como le paso a Alex Kidd con Sega, pudimos verlo en algún que otro juego, ya que por ejemplo es un personaje elegible en los Marvel vs Capcom 1 y 2 y también pudimos verlo entre la multitud de la fiesta que se celebraba en el barco de Ken en el mítico Street Fighter Alpha 2. (Recuerdo que cuando salió el juego y lo compre para Saturn, fue lo primero en lo que me fije en ese escenario). Uno de tantos personajes, de esos que los que llevamos ya unas cuantas décadas en esto esperamos que algún día vuelvan a protagonizar un juego, pero que mientras se nos dibuja una sonrisa en el rostro cuando vemos aunque sea un simple cameo del mismo.
PD:
No he tenido tiempo de hacer fotos del modo multijugador solo del de un jugador desde el emulador de CPS para PSP
Análisis revisado y completado en Agosto de 2015
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