Los salones recreativos de los 80 y 90 no serían lo mismo sin los juegos de Data East. La compañía nipona nacida en 1976 también conocida en el mercado occidental como DECO, su principal mercado fue el sector de las recreativas siendo una de las compañías fuertes y una de las más queridas por los aficionados por títulos como Boogie Wings, Burguertime, Chelnov, Cobra Command, DragonNinja, Joe & Mac Caveman Ninja, Mutant Fighter (una de mis recreativas preferidas), Robocop, Street Hoop, Spin Master, Windjammers y otros muchos más, entre los que destaca para mi sobre todo este título del que vamos a hablar en breve.
La compañía se mantuvo en la élite del sector durante mucho tiempo, pero con la caída de la popularidad del mercado de los arcades y siendo una compañía tan focalizada a este, las cosas empezaron a ir mal hasta que en 2003 fue declarada en bancarrota, aun hoy la marca vive, aunque poco tiene que ver con la Data East original, ya que no lanza juegos nuevos y se limita sobre todo al mercado de los móviles y de las consolas portátiles, ya que las empresas G-Mode y Paon la absorbieron y se quedaron con todas sus licencias manteniendo el nombre de la marca por el prestigio que tenía. La división de pinball fue adquirida por SEGA. La compañía se merecía una entrada propia para explicar lo grande que fue, pero de momento vamos a dejarlo aquí, y vamos a ponernos con el juego.
Cuando hablamos del genero de las plataformas abarcamos un amplio abanico de juegos con estilos de juego muy diferentes entre ellos, para hablar del juego que nos toca hoy debemos acercarnos hacia el subgénero de las plataformas/puzzle (no se me ocurre otra manera de denominarlo) popularizado por Bubble Bobble, Snow Bros e incluso podríamos decir que Pang, títulos que alcanzaron una tremenda fama en los salones recreativos de la época, provocando claro está una legión de imitadores. Como no, Data East no se iba a quedar atrás, y con Tumblepop en 1991 demostró que podían tener ideas originales y además hacer un gran juego.
Tumblepop recoge en esencia las bases de estos juegos icónicos del género, sobre todo las de Snowbros, aportando elementos frescos en la jugabilidad para hacer un juego con identidad propia y que se ganó el cariño de todos los jugadores que alguna vez pusieron sus manos en el joystick de la recreativa, ya por sus excelentes y simpáticos gráficos como por su tremenda adición motivada por su perfecta jugabilidad.
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La premisa básica de Tumblepop es sencilla, pantallas estáticas con enrevesadas plataformas que debemos de vaciar de enemigos para pasar a la siguiente, para tal fin nuestro personaje van equipados con un aspirador a su espalda que nos permite absorber a los enemigos, un poco al estilo de los Cazafantasmas. Este muestra una especie de halo multicolor que atrapara a los enemigos que hagan contacto con él, para ello deben estar un momento en la zona de aspiración ya que si no solo conseguiremos que queden aturdidos unos breves instantes.
Una vez los enemigos estén en el depósito del aspirador podemos optar por seguir acumulando más en el o lanzarlos en forma de bola que rodara por el escenario, el tamaño de la bola aumentara en función de los enemigos atrapados en el depósito, cuanto más grande sea la bola lanzada, más grande será su potencia y añadirá la capacidad de rebotar en las diferentes estructuras del escenario. Pero claro amigos, nada es gratis en esta vida, y acumular enemigos tiene sus desventajas, nada más absorber el primer enemigo tenemos unos pocos segundos para expulsarlo de la mochila, en esos segundos podemos seguir acumulando enemigos pero veremos como la mochila empieza a hincharse y a parpadear, si no expulsamos entonces a los enemigos explotara restándonos una vida.
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Así según la situación debemos pensar que es lo mejor, si lanzar los enemigos de uno en uno o acumularlos, esto último si somos hábiles y estamos avispados nos dará grandes ventajas, ya que estas bolas de enemigos que lanzamos no solo servirá para golpear y eliminar a otros seres si no que además al rebotar por el escenario o pasar por determinados lugares irán descubriéndonos objetos ocultos que potenciaran nuestro personaje o aumentaran nuestro marcador de puntos. Destacar también que tenemos un tiempo para pasar cada fase, este no aparece en pantalla, pero si tardamos mucho tiempo en despejar la zona, aparecerá un pequeño diablillo que es indestructible y como nos toque nos quitara una vida.
Podemos además elegir el país por el cual queremos empezar, prácticamente uno por continente, esto pese a lo que pueda parecer tiene una gran importancia en el desarrollo del juego, y es que según vamos avanzando por los diferentes niveles estos irán aumentando el número de fases que los componen, así si el primer nivel elegido tiene 5 fases para superarlo, el segundo tendrá seis y el tercero tendrá siete, así ira aumentando hasta un máximo de nueve fases por nivel. Es por esto que si vamos cambiando el lugar de inicio en las diferentes partidas iremos encontrándonos con niveles que nunca hemos jugado y como es importante ir memorizando cada pantalla, sobre todo para conseguir las letras del bonus, es recomendable empezar siempre en el mismo sitio las primeras partidas, yo por ejemplo siempre elijo la Antártida.
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Los enemigos suelen estar relacionados en cierta medida con el país en el que estamos aunque muchos de ellos parecen estar fuera de contexto y son como enemigos genéricos que se repiten en otros muchos niveles con cambios en la paleta de colores de su sprite. El enemigo final de cada mundo suele, (aunque no siempre) ser un enemigo del propio nivel pero supervitaminado y con muy mala leche. Las diferentes regiones que visitamos a lo largo de nuestra aventura son:
RUSIA: Viajamos a la gran madre Rusia y se nos presenta de fondo una estampa típica de Moscú, la catedral de San Basilio. Fantasmas, payasos, hombres invisibles y faquires escupidores de fuego serán nuestros enemigos, al final del nivel nos encontraremos como enemigo final un enorme payaso colgado de unos globos, debemos devolverle las bombas que nos lanza para terminar con él.
EGIPTO: Obviamente no hay nada más icónico de Egipto que las pirámides, en esta zona nuestros enemigos son obviamente las clásicas momias, que he de decir son muy puñeteras, y van acompañadas de una especie de ratas con cresta, unos esqueletos y el clásico lanzador de fuego. Como no podía ser menos el enemigo final es un genio que aparece de una lámpara mágica, acompañado de momias que debemos de usar como proyectiles para eliminarlo.
FRANCIA: Nuestra visita a Europa nos lleva a París, el Arco del Triunfo está al fondo y los enemigos son futuristas robots de todas las clases, el enemigo final es un robot que nos lanza una especie de puños voladores que suelen jugar muy malas pasadas. Para mi uno de los niveles básicos del juego con mayor dificultad.
EEUU: New York es la ciudad, las tristemente desaparecidas torres gemelas y la majestuosa estatua de la libertad presiden el fondo mientras nos enfrentamos a unos correosos pulpos, una especie de tortugas mutantes (no ninjas) y unas calabazas de Halloween humanoides, entre otros, el enemigo final es un espectacular pulpo gigante que debemos derrotar mientras esquivamos sus tentáculos y le lanzamos pequeños pulpos que le acompañan.
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BRASIL: Rio de Janeiro con el Cristo Corcovado al frente será la ambientación de esta fase en la que el fuego hace su presencia repitiendo enemigos de algunas fases como las pequeñas ratas con cresta, hacen su presencia exclusiva en este nivel una especie de llamas con un solo ojo. El enemigo final es un enorme dragón de fuego, para eliminarlo, lo típico, lanzarle los otros enemigos que pululan por el escenario.
ANTARTIDA: Un paraje helado con auroras boreales nos enfrentara a muñecos de nieve, pequeños hombres de las nieves y toda clase de calaña… de las nieves, el enemigo final un enorme muñeco de nieve, como no, con cara de pocos amigos que debemos de ir descomponiendo con nuestros golpes para derrotarlo.
AUSTRALIA: Con Ayers Rock al fondo debemos enfrentarnos a cavernícolas sacados descaradamente de Joe and Mac, plantas carnívoras y unos muñecos de barro muy puñeteros, el enemigo final es una enorme planta carnívora bicéfala que no nos supondrá demasiados problemas.
JAPÓN: El monte Fuji observara como nos liamos a aspirar fantasmas, esqueletos entre otros para al final enfrentarnos a una especie de duende al que le tenemos que ir destruyendo unas fichas que lo mantienen.
Cuando terminemos todas las fases básicas del juego, en el orden que queramos, pues nuestros protagonistas salen despedidos en un cohete espacial rumbo al espacio donde nos enfrentaremos a dos niveles más, el primero no sé muy bien donde se encuentra, ya que se ve la tierra y la luna al fondo, en él nos enfrentamos a alienígenas y pulpos (también aliens) que darán paso a un enemigo final en forma de mosca-humanoide-robot e cual es el enemigo más difícil de todo el juego por su rápidos movimientos que además son muy aleatorios.
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El último nivel tiene lugar en la luna, y es el típico nivel “ascensor” de los juegos arcade en el que nos enfrentamos a todos los enemigos finales del juego por última vez antes de llegar al verdadero enemigo final. Un nivel difícil sobre todo porque tendremos que enfrentarnos a la mosca-humanoide-robot de las narices otra vez. Una vez superados todos ellos nos veremos las caras con un científico loco a bordo de un mecha gigante, un enemigo final difícil por tamaño y poca capacidad de maniobra que nos deja.
Como hemos dicho los escenarios están plagados de ítems que iremos descubriendo según los enemigos rueden por él, la mayoría servirán para aumentar nuestra puntación en pos de conseguir una preciada vida pero se hace fundamental recoger ciertos objetos que mejoraran nuestras aptitudes y por consiguiente aumentaran nuestras posibilidades de seguir vivos.
Objetos que nos dan puntos: Monedas, bolsas de monedas, rubíes y diamantes. Todos aumentaran nuestro marcador de puntos de menos valor a mas según los he puesto, los hay en dos tamaños, obviamente los más grandes serán más valiosos.
Técnicamente y sin ser un prodigio en su época la recreativa de Tumblepop entraba fácilmente por los ojos a los jugadores, gracias a sus coloridos y desenfadados gráficos. Y la representación de manera muy reconocible, como ya había hecho anteriormente Pang!, de las diferentes ciudades del mundo invitaban a todo el mundo a observar a quien jugaba a la máquina, un apartado resultón que no está exento de sus puntos negativos, como por ejemplo que los fondos de los escenarios sean absolutamente estáticos, ya que si bien es cierto que era una tónica habitual en los juegos similares de la época, no hubiese estado de más alguna animación aunque leve en los fondos, como por ejemplo la carretera con coches que se puede observar en París o las auroras australes de la Antártida, aunque con una acción tan intensa poco importan esos detalles de cara a una buena experiencia visual por parte del jugador.
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Otro punto que se podría destacar positivamente y a la vez negativamente es el diseño de los enemigos, todos de una factura sobresaliente, en especial los final boss, algunos de ellos muy carismáticos y bien diseñados. Destacaríamos de manera negativa la repetición de ciertos enemigos en los diferentes niveles, con el clásico cambio de color en el sprite y a veces ni eso.
Las animaciones de todos los personajes son excelentes con especial mención a las de los protagonistas, que hacen gala de una expresividad bastante completa. Por ultimo entre fase y fase tenemos pantallas estáticas rodeadas de un marco multicolor parpadeante no apto para epilépticos, que nos muestran el júbilo de nuestros protagonistas por avanzar en la aventura
Tumblepop como muchos juegos de Data East tiene muchos cameos de personajes de la empresa, así por ejemplo no cuesta mucho darse cuenta que los lanzadores de fuego están inspirados en el personaje más carismático de la empresa, Karnov. Tampoco nos costara mucho a la hora de jugar en Australia, el reconocer los sprites de los cavernícolas que son prácticamente los mismos que los usados en otro clásico de la compañía, Joe and Mac Caveman Ninja. En los últimos niveles tenemos unos astronautas muy inspirados en Chelnov el protagonista de Atomic Runner.
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En lo referente al apartado sonoro nos encontramos con que mientras jugamos escuchamos prácticamente la misma melodía, pero no os preocupéis, lo bueno es que en Data East se las han arreglado para que esta no suene siempre igual, así en cada nivel esta melodía parecerá diferente al sonar con arreglos característicos del país en el que nos encontramos, asi por ejemplo cuando visitemos Egipto esta tomara un tono árabe o cuando visitemos Brasil llevara tono de samba. Los efectos sonoros son del montón, a destacar multitud de frases que se pronuncian durante el juego, por lo demás el sonido de los enemigos al rebotar, el de nuestra mochila que nos avisa sonoramente cuando está a punto de reventar, el de los enemigos finales gritando cada vez que les golpeamos, y demás sonidos típicos.
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Tumblepop se alzó en poco tiempo con una fama más que merecida. Una curva de aprendizaje muy bien pensada, el memorizar donde se encuentran los objetos en los escenarios, su excelente control y la posibilidad de jugar a dobles sobre todo hicieron de el un juego muy popular en los salones recreativos, pese a ello no pudimos disfrutar de conversión alguna para las consolas domesticas aunque en las portátiles si pudimos disfrutar entre comillas de una conversión para la Game Boy, digo entre comillas porque el titulo para la portátil de Nintendo queda muy lejos de lo que hemos comentado en este análisis del original.
Los escenarios no son fijos debido al pequeño tamaño de la pantalla de la portátil y hacen scroll vertical, la acción es muy lenta, los escenarios apenas cuentan con fondos y es bastante repetitivo, que perdió bastantes cosas de la entrega original, lógico teniendo en cuenta las limitaciones del hardware bajo el que corría. Aun así puede ser disfrutable claro esta si no comparamos.
Debido a su éxito Tumblepop conto con varias secuelas “espirituales” y es que pese a mantener en cierta forma la esencia jugable del original se cambiaron algunas mecánicas y sobre todo se cambió de estética y de protagonistas. La primera de ellas Diet Go Go nos propone un juego en el que unos atléticos protagonistas intentan evitar que el malvado doctor antagonista de Tumblepop se salga de nuevo con la suya en su intento de engordar a todo el planeta. Como veis el sentido del humor sigue presente y con unos gráficos aún más coloridos logro enamorar de nuevo a una legión de jugadores, aunque sin obtener la fama del original.
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Unos años más tarde Data East nos sorprendió a todos con una nueva entrega de la saga, esta vez uso a sus carismáticos personajes, los cavernícolas Joe y Mac para darnos un juego llamado Joe & Mac Returns, que a su vez actuaba como segunda parte del Joe & Mac Caveman Ninja en los arcades (recordemos que en Super Nes si se vieron secuelas del original a modo de juegos de plataformas clásicos que no salieron en recreativas). Este juego vuelve a ponernos un planteamiento similar al de Tumblepop pero ambientado completamente en la prehistoria, donde el malvado doctor a viajado para intentar conseguir sus objetivos. Las mecánicas del juego vuelven a ser muy similares y los gráficos se han mejorado notablemente de acorde con la época.
Como podéis comprobar Data East era una compañía de videojuegos en cuyas obras primaba la diversión, una pena que en nuestros días muchas compañías así hayan desaparecido, algún día habría que hacer un homenaje a estos genios nipones…. Algún día…
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Análisis revisado y completado en Enero de 2016
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