De la fama al anonimato hay un paso, y si no que se lo digan a tantos y tantos personajes que en los 8 y 16 bits protagonizaron decenas de juegos de plataformas, en un afán de las desarrolladoras por encontrar aquella mascota que les representara, en un intento de encontrar su “Mario” o su “Sonic”. Lo cierto es que mucho antes de estos icónicos personajes ya había “mascotas” en muchas compañías. Sega a la que siempre se le ha asociado Sonic por ejemplo, ha tenido no pocas mascotas desde sus inicios, en sus orígenes contaba con curioso conejo de nombre Profesor Asobin, que nunca protagonizó un juego pero nos daba consejos en los manuales de las SG 1000 y Mark III, por esta época también usaba en menor medida una especie de científico anciano, denominado Dr. Games, que cumplía exactamente la misma función, vamos unas “mascotas” al estilo a lo que en sus inicios era Captain Commando de Capcom, o salvando las distancias el inigualable Segata Sanshiro en el caso de Sega.
Pero si hablamos de personajes que protagonizaron juegos, no fue hasta la aparición de Opa Opa, la nave protagonista del juego Fantasy Zone, que fue el personaje icono de Sega durante un breve periodo de tiempo ya que pronto se vio eclipsado por un personaje algo más personal y carismático… el ahora olvidado Alex Kidd. Personaje querido por todos los usuarios de Master System ya que un gran porcentaje de las consolas vendidas en occidente venían con su primer juego en memoria, el memorable y magnífico Alex Kidd in Miracle World. El personaje creado por Kotaro Hayashida (también conocido como Ossale Kohta) protagonizó un sobresaliente juego de plataformas, al que siguieron otros cuatro juegos en la 8 bits de Sega, pero que ninguno de ellos mantuvo la misma temática ni la forma de jugar del primero, hasta su verdadera continuación Alex Kidd in Enchanted Castle en Mega Drive.
El juego que nos ocupa hoy es la última aparición del personaje como protagonista en un juego, una vez más cambiando el rumbo que vimos en juego original, pero esta vez dando unas cotas de calidad muy altas, que lo hacen estar casi o tan bien considerado como aquel juego debut. Estamos hablando de Alex Kidd in Shinobi World.
En sus origines nuestro juego de hoy era un tanto diferente en bastantes aspectos a lo que finalmente fue. En un principio la intención de Sega era la de hacer un spin off de la saga Shinobi, convertirlo a un estilo más plataformero y darle un aire algo más infantil, de acorde con lo que se veía en el género por entonces. Así surgió un juego llamado Shinobi Kid, en el que el protagonista no tenía nada que ver con Alex Kidd, y además por lo poco que se ha podido ver de esta beta, se parodiaban otras sagas, incluidas las de Nintendo, por ejemplo el enemigo final del primer nivel originalmente se llamaba Mari-Oh, y tenía un aspecto inspirado claramente en el fontanero de Nintendo, además de que sus ataques consistían en lanzarnos bolas de fuego e incluso cuando lo golpeábamos varias veces su tamaño disminuía.
En algún punto de su desarrollo Sega decidió tirar de un personaje más conocido para su público, esta práctica solía ser habitual por entonces cuando se trataba de traer juegos protagonizados por personajes poco conocidos en occidente. Entonces se cambiaban los sprites de los personajes e incluso a veces algunos aspectos del juego. Uno de los casos más sonados fue Super Mario Bros 2… pero no hay que irnos muy lejos porque el propio personaje de Alex Kidd ya había pasado a protagonizar en occidente un juego que originalmente no tenía nada que ver, Anmitsu Hime de Mark III que por aquí conocimos como Alex Kidd in High Tech World en nuestras Master System.
Aunque el caso del juego que nos ocupa en este análisis es algo diferente, ya que el juego vio la luz siendo Alex ya el protagonista, simplemente hubo un cambio de planes durante algún punto del desarrollo por parte del equipo dirigido por Yoshio Yoshida. Y así fue como el universo Shinobi se mezcló con el de Alex Kidd y nos dio uno de los mejores plataformas vistos en los 8 bits.
El argumento del juego no deja de ser el clásico de la gran mayoría de los juegos de plataformas de su época, villano secuestra novia y héroe acude a su rescate. Aquí el enemigo es Hanzo, el líder de un clan ninja que aparece en medio de una romántica escena entre Alex y su novia, solo para raptarla y dejar al pobre chico con el corazón destrozado, pero de repente el espíritu del maestro ninja aparece para otorgar sus poderes a Alex para que así pueda afrontar los numerosos peligros que se interponen entre él y su amada. Un argumento sencillo que como decimos era típico en su época y que tampoco difiere mucho de lo que los juegos y películas de ninjas de por entonces solían proponernos.
Su desarrollo, se extiende por solo cuatro zonas divididas en tres niveles cada una, de los cuales el último de ellos únicamente consiste en una lucha contra el enemigo final de esa zona. Así Alex viajará por parajes muy inspirados en el juego original de Shinobi, como la ciudad, la zona portuaria o la guarida del clan ninja.
Un desarrollo que puede antojarse corto, y en cierta medida lo es, ya que su dificultad es bastante baja, por lo que una vez dominemos el juego, una partida completa puede no pasar de la media hora de duración… Lo bueno es que los escenarios están magníficamente diseñados, incluso algunos tienen varias rutas y algún que otro secreto escondido. Esto unido a un apartado jugable muy bueno, con un control excelente y muy amigable, hace que el titulo invite a rejugarlo muy frecuentemente.
Las diferentes fases del juego son bastante largas, e incluso van cambiando de estilo de avance en la misma, cambiando también los decorados y haciendo que el juego con solo cuatro zonas resulte enormemente variado.
Empezamos en una ciudad, pero pronto nos encontraremos escalando un edificio en construcción, en la segunda zona pasaremos de un ajetreado paseo por el puerto a entrar en un barco para posteriormente pasar a bucear, cascadas, volcanes, bosques de bambú… como veis una variedad considerable de entornos repartidos solo en cuatro zonas.
Cuando hablamos del apartado gráfico de Alex Kidd in Shinobi World cabe destacar que su salida al mercado fue ya en una época tardía para los 8 bits, por lo que se benefició de sistemas ya suficientemente exprimidos por los programadores. Dándonos así estos un apartado sobresaliente en el que destacan el tamaño y el diseño caricaturesco de los personajes, y el colorido, el detalle y la variedad de los escenarios. En momentos incluso podría ser perfectamente un juego de las primeras generaciones de los 16 bits que aun nacían por esos años. Cabe destacar, que todo se mueve fluidamente y no observamos ninguna desaparición de sprites durante el desarrollo, cosa que era bastante habitual en los 8 bits. También es bastante variado en lo que respecta a la plantilla de enemigos, y aunque encontraremos las típicas repeticiones de sprites con el color cambiado, como sucede en los ninjas enemigos, estos tienen diferentes habilidades que irán indicadas por este color, lanzadores de boomerangs, forzudos con lanzacohetes, buceadores… forman también parte del ejercito ninja, al igual que pasaba con el Shinobi original, y además nos encontraremos con toda una fauna de animales que se encargaran de ponernos las cosas complicadas, como feroces tiburones, tucanes, o pirañas y unos cuantos más. Por no hablar de los peligros de naturaleza inanimada.
Un apartado gráfico redondo sin duda, que hacía que le juego fuera sumamente vistoso en su época y que además siga siéndolo para los que no llegaron a conocer el sistema a fondo en su época, ya que sin duda es uno de los más redondos de la 8 bits de Sega.
El apartado jugable como ya hemos dicho hace unas líneas, es francamente bueno, si, el juego es demasiado corto y fácil, además conseguimos vidas por un tubo, pero la sencillez de su control, su excelente respuesta y la experiencia intensa que nos proporciona hace que no nos importe empezar una nueva partida de vez en cuando.
Su curva de dificultad está excelentemente distribuida, superar el primer nivel no nos llevara mucho esfuerzo pero a partir de ahí las cosas empiezan a ponerse algo más difíciles alcanzando a mi parecer el culmen de la dificultad a mediados de la tercera zona. No es un problema, ya que para entonces tendremos nuestro marcador de vidas bastante repleto. Y es que conseguir una vida extra en Shinobi World es una tarea bastante sencilla, si somos hábiles…
Y es que Shinobi World es el primer juego en la saga Alex Kidd que nos proporciona un contador de salud clásico, (en The Lost Stars la barra de energía es más un contador de tiempo), empezamos con tres marcas pero iremos aumentándolas al coger corazones que se esconden en los numerosos cofres que iremos encontrando, cuando este marcador llegue a las seis marcas el siguiente corazón que descubramos se trasformara en una vida extra, y así seguirá hasta que algún enemigo nos golpee y nuestra salud baje de las seis marcas. Por lo que ya podéis adivinar por qué digo lo de ser hábiles. Al inicio de cada zona nuestra vitalidad se volverá a reducir a tres marcas, pero no tardaremos en conseguir de nuevo aumentarlo ya que la cantidad de cofres repartidos por los escenarios es muy alta.
Los cofres además no solo van a aumentar nuestras vidas, si no que también nos proporcionaran alguna que otra ayuda en nuestra aventura. Alex empieza el juego con una katana ninja que le será muy versátil en las cortas distancias, pero a veces podemos encontrar potenciadores que aumentaran el alcance y la potencia de nuestro filo, y repelerá también algunos ataques a distancia de nuestros enemigos. Por otra parte también tenemos unos afilados dardos (Kunais) que nos permitirán alcanzar a los objetivos a distancia, aun así para romper bloques tendremos que acercarnos a ellos como si de la katana se tratara, y además no nos protegen mucho por la zona superior por lo que a veces tendremos que decidir si preferimos cogerlos o dejarlos y seguir con la espada. Por ultimo tenemos una esfera, que nos trasformará en un torbellino que arrasará con todo a su alrededor, es útil también para avanzar por lugares difíciles o llegar a sitios inalcanzables de otra manera.
Pero no solo estos objetos ayudaran a Alex, las artes ninja recibidas proporcionan a nuestro personaje habilidades nuevas, como por ejemplo la capacidad de escalar rebotando entre las paredes de muros próximos, o la capacidad de girar alrededor de barras, convirtiendo a Alex en una bola de fuego que le ayudara a llegar a sitios inaccesibles y también arrasar con todo lo que se interponga en su paso, puede además bucear por tiempo ilimitado.
Las referencias y parodias a Shinobi, son constantes, y los que jugaron a la primera entrega de la famosa saga, no pararan de encontrarlas, sobre todo los que jugaron también a la excelente conversión de Master System ya que difiere en algunas pequeñas cosas a la de la recreativa y las encontramos muy parecidas en esta parodia.
Por ejemplo los enemigos finales, Kabuto que como hemos comentado iba a ser una parodia de Mario, es un fiel reflejo, incluso en su escenario, de Ken Oh. En el segundo nivel nos encontramos un enemigo final que es una clara parodia de dos enemigos del juego original, Heli, una especie de esfinge voladora que nos lanzara diminutos y rápidos helicópteros que nos pondrán en más de un aprieto, Heli no es si no la unión de los dos enemigos finales del original, el enorme helicóptero militar Black Turtle y la estatua Mandara Master. En la tercera zona del juego, la jungla, nos enfrentaremos a Robster, una graciosa parodia del samurái rojo de nombre Lobster (langosta en inglés) del juego original, que aquí aparece representado por una langosta gigante saltarina en clara referencia a su nombre, para terminar en el último nivel y como enemigo final del juego no espera Hanzo, con un escenario y unos movimientos idénticos a los de Masked Ninja que espera también el final del Shinobi original.
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El apartado sonoro de Shinobi World puede considerarse también uno de sus puntos fuertes. Partimos de que en la conversión de Shinobi de System 16 a Master System, se perdieron por el camino, gran parte de las melodías, dejando solo la de la primera pantalla como única música durante todo el juego, cuando la versión arcade tenía variadas melodías en su desarrollo. Muchas de estas pistas fueron remezcladas para usarlas en Master System, pero por alguna razón, probablemente por falta de memoria, no fueron incluidas en la versión final (incluso existía una versión para el FM Unit con una calidad tremenda). Alex Kidd in Shinobi World, recupera algunas de esas sintonías y vuelve a remezclarlas, para que cada nivel tenga una banda sonora única. Algunos niveles cuentan con música hecha especialmente para la ocasión, con una calidad que no desentona en absoluto con las clásicas. Para la introducción y el final disponemos de agradables melodías acompañadas de texto que nos pone en situación.En cuanto a los efectos sonoros, no nos encontramos con muchos, el salto, el golpeo, los diferentes sonidos al recoger los objetos, y tantos sonidos clásicos de un juego del estilo que cumplen sin más.
El compositor de esta banda sonora se esconde en los créditos bajo el seudónimo de Xor, por más que he investigado solo he encontrado informaciones contradictorias en lo referente a su identidad, ya que son muchos los compositores que trabajaban para Sega en esa época y muy parecido su estilo en sus composiciones para la 8 bits. El caso es que su trabajo fue excelente y nos dio una de las mejores bandas sonoras que podemos escuchar en la consola de Sega.
Alex Kidd in Shinobi World se coloca por méritos propios entre uno de los mejores juegos hechos para Master System, y una aventura del personaje de Sega que pese a tratarse de un “spin off” y de no guardar muchas semejanzas con los demás juegos (como hemos dicho son todos diferentes) se sitúa entre las mejores apariciones del personaje, muy cercana o para algunos superior a Miracle World.
Por mi parte Shinobi World fue mi tercer juego para Master System, la primera consola de sobremesa que entró en mi casa. Alucinado con Miracle World, ahorré y convencí a mis padres para que ayudaran a comprar este juego, que en la estantería de la tienda lucía de miedo gracias a sus magníficos gráficos y a su carismática y llamativa portada, en ella Alex luchaba cómicamente contra unos cuantos ninjas mientras un sol con cara sonriente presenciaba alegre la refriega. Un llamativo señuelo a los ojos de un niño que disfrutó horas y horas del que a día de hoy, puede decir que fue uno de los mejores plataformas que ha tenido delante. Corto y fácil, como ya hemos dicho, pero ante las inexpertas manos de un niño, todo un reto, sobre todo la tercera fase, con sus saltos milimétricos y su gotas de lava cayendo del techo. El caso es que solía llegar a su final sin perder ninguna vida y cogiendo todos y cada uno de sus secretos. “Azaña” que me he propuesto a repetir ahora, décadas después… y que al principio se me ha antojado complicado, pero que tras varias partidas (en las que he disfrutado como un enano) he conseguido.
Un juego recomendable que situaría entre el top 10 del sistema, un sistema como Master System que a mi juicio tiene el mejor catálogo de juegos de plataformas en los 8 bits, con títulos del calibre de Land y Castle of Illusion, Sonic 1 y 2, Asterix, y un largo etcétera, y entre los que incluyo sin duda este Shinobi World.
Alex Kidd in Shinobi World fue el último juego en el que apareció como protagonista el personaje, desde entonces todos los fans de sus juegos esperamos como agua de mayo un retorno, ya sea en modo de remasterización, remake o una aventura nueva, cosa que se antoja imposible con la Sega de hoy en día. Pero al menos vemos que no se han olvidado de él y en los últimos años ha aparecido por medio de cameos en juegos como Segagaga, o como personaje seleccionable los muy decentes Sega Superstars Tennis y Sonic & Sega All-Stars Racing.
Artículo revisado y completado en Agosto de 2017
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