miércoles, 16 de marzo de 2016

SEGA RALLY CHAMPIONSHIP (SEGA SATURN)




No hay mayor peligro, que el de enchufar tu Sega Saturn y meter el CD de Sega Rally en ella, ya puedes haber jugado mil veces a este juego, ya puedes tener pendientes decenas de juegos, ya puede estar a su lado una PS4 o una Xbox One, que seguramente las próximas horas no podrás soltar el mando de Saturn.
Mucha gente a día de hoy se sigue preguntando como un juego con solo cuatro circuitos y tres coches seleccionables puede ser aun en nuestros días objeto de tantas alabanzas, y es que el secreto que esconde el título de AM5 se basa en una jugabilidad muy bien estudiada, que en su época se completaba con unos gráficos de infarto, así a día de hoy esa jugabilidad aún pervive y es tan válida como la de los mejores títulos actuales.
El juego fue concebido en su origen como una apuesta diferente dentro del género de los juegos de coches, sus desarrolladores buscaban diferenciarse del exitoso Daytona USA, anteriormente ya se habían desarrollado juegos basados en carreras de rally con marcado carácter arcade, pero lo que consiguió Tetsuya Mizuguchi y su equipo fue algo que impresiono a propios y extraños.


Sega Rally Championship vio la luz bajo la poderosa placa arcade Model 2 en 1994, gracias a su exquisita jugabilidad y a lo espectacular de su apartado técnico, alrededor de cada máquina instalada en los salones recreativos se concentraban gran cantidad de personas que como solía pasar en estos casos ansiaban poder jugar tranquilamente y sin dejarse la paga semanal en sus propias casas.
La por entonces nueva consola de Sega, la infravalorada Saturn, había empezado su andadura sembrando muchas dudas acerca de su potencia manejando polígonos, unas conversiones tan esperadas como eran Virtua Fighter y Daytona USA no habían salido demasiado bien paradas por culpa de la inexperiencia y sobre todo de las prisas de Sega por lanzar su consola y los juegos. Numerosas críticas, algunas de ellas injustificadas llovieron de muchas revistas especializadas. Las prisas nunca son buenas compañeras y Sega en aquella época era muy dada a ello.
Había que enmendar el error y para ello en Sega se pusieron las pilas, los nuevos kits de desarrollo, la mayor experiencia de los estudios internos con la máquina y la gran variedad de títulos arcade que estaban arrasando en las recreativas eran motivos de esperanza para Sega.
La gente quería Sega Rally, la gente quería Virtua Fighter 2 y de paso tambien Virtua Cop y todo lo que brillara en los salones recreativos.



El escollo que había que superar es que Saturn no era tan potente como la placa arcade estrella de Sega en esos momentos, Model 2, pero eso había sido así siempre durante la historia anterior de los videojuegos, igualar las máquinas recreativas era por entonces utópico.
La conversión de Virtua Fighter 2 había sido todo un éxito, posiblemente estamos hablando del juego de lucha más puntero de su generación, el modo de alta resolución (704x480), la calidad de las texturas y de los modelados de los personajes y sus 60 fotogramas por segundo firmes como una roca, demostraban al mundo entero de lo que Sega Saturn bajo manos cualificadas era capaz.



Sega Rally se antojaba una conversión aún más difícil, pero cuando los usuarios empezaron a ver las primeras imágenes del juego en movimiento no pudieron más que sentirse afortunados. CS Team un estudio interno de Sega bajo la supervisión y la constante ayuda de AM3, reprogramo el juego por completo para optimizarlo completamente al hardware de Saturn, consiguiendo así un juego totalmente adaptado a la 32 bits de Sega, tanto en su apartado técnico como en su apartado jugable el cual era el pilar básico de su éxito.

Sega Rally Championship llegó a nuestras Sega Saturn a finales de 1995 (para los europeos inicios de 1996), los obvios recortes gráficos frente a la versión original eran evidentes, pero aun así el juego deslumbraba al verlo en movimiento.


Aquellos Lancia Delta y Toyota Celica se movían a 30 fotogramas por segundo constantes en aquella espectacular introducción, menos resolución y por tanto formas menos definidas que el original eso sí, pero el verdadero espectáculo empezaba cuando pulsábamos el botón START del mando de Saturn. Y es que el temor que todos teníamos a si Sega sería capaz de portar la esencia jugable de la recreativa a nuestras casas había sido disipado al momento, y todo lo que nos había sorprendido meses atrás en los salones recreativos estaba en los televisores de nuestras casas.

En su época cuando el fenómeno “fan boy” empezaba a abrirse camino en PlayStation mucha gente que probaba el juego lo tachaba de injugable, eran incapaces de pararse unos minutos a dominar el juego, de descubrir que su control iba más allá de presionar el acelerador y pulsar izquierda o derecha en el pad de control. Esto se traducía en que aquel esporádico jugador aceleraba para encontrarse que en la primera curva el coche derrapaba para ir dando tumbos de pared a pared del escenario con la sensación de incontrolabilidad que ello conllevaba.



El control de Sega Rally es exigente en un principio y de ahí viene el punto fuerte del juego, ya que trazar bien todas las curvas y saber dónde hay o no que derrapar, puede ser la diferencia entre poder terminar el juego sin que se nos agote el tiempo o quedarnos por el camino. Pero a su vez también es importante arañar todo el tiempo posible, ya que si queremos recorrer el juego entero, desbloqueando el último circuito debemos de ir escalando posiciones en el ranking general y esto no es tarea para nada fácil y supone horas y horas de repetir todos los tramos y descubrir cuál es la mejor trazada para cada una de sus curvas.

Pulsar durante mucho tiempo una dirección la cruceta de control es similar a girar todo lo posible el volante en esa dirección, por eso tenemos que tener en cuenta que si lo que queremos es curvar el coche levemente en una dirección el tiempo de presión del pad en ese sentido debe ser muy suave y breve, si lo que queremos es derrapar el uso leve del freno o una pulsación larga en una dirección causara el buscado efecto, pero no solo esto es importante a la hora de manejar nuestro coche, Sega Rally llamo la atención en su salida por la particularidad de que como buen juego de rallies, su desarrollo obviamente discurría por diferentes circuitos con diferentes firmes todos ellos, así podíamos correr sobre asfalto, tierra, barro, arena, etc. Provocando todas estas superficies comportamientos diferentes en el agarre de nuestros neumáticos y por tanto en nuestra forma de conducir.


Cuatro circuitos, si, habéis leído bien, solo cuatro circuitos componían esta obra maestra, y de los cuatro solo tres eran accesibles desde un primer momento, pero el carisma de estos cuatro recorridos ha pasado a la historia de los videojuegos, por su variedad, buen diseño y detalles inolvidables. ¿Quién no recuerda el helicóptero sobrevolándonos al llegar a la zona de meta del desierto? O ¿quién no recuerda el efecto mojado en las texturas de la carretera del segundo circuito?, o la primera vez que conseguimos acceder al circuito del lago para comprobar que su dificultad nos dejaba fuera de la carrera a las primeras de cambio.




Desierto (Fácil): Posiblemente es el circuito más icónico del juego, por aquello de ser el primero, sus curvas con fáciles de trazar y su superficie cambia poco, empezamos corriendo sobre firme compuesto de gravilla o arena para pasar por una zona con barro en la que debemos de tomar varios saltos que pueden desestabilizarnos si no los tomamos de manera correcta, por ultimo nos espera una curva muy larga antes de llegar a la línea de meta, en general un circuito que no nos costara dominar y en el que con unas cuantas partidas, mejoraremos nuestros tiempos considerablemente.




Bosque (Medio): que mejor que pasar del sofocante calor del desierto a un verde paraje, la brisa fresca, los verdes árboles y el canto de los pájaros, un recorrido por un bosque de coníferas, que nos hará pisar por primera vez el asfalto y meternos en un túnel para salir a un tramo de tierra con peligrosas curvas el cual una vez terminado nos devolverá al asfalto con unas bonitas montañas nevadas al fondo y unas curvas que no se si el hipo pero algunos segundos seguro que sí que nos quitaran las primeras veces que las recorramos.




Montaña (Difícil): Un bonito pueblo de montaña es el inicio de un recorrido por una ruta de montaña en la que los arcenes de la carretera son prácticamente inexistentes por lo que tomar una curva mal supone irse contra los muros de manera irremediable con la perdida de velocidad que conlleva, pasada una pequeña aldea llegaremos a una zona más abierta pero con largas y peligrosas curvas que pueden causarnos más de un disgusto.


Lago (Mas difícil aun!): El lago actúa como circuito extra, solo lo desbloquearemos al terminar la carrera por los tres primeros circuitos como primer clasificado. En ese caso se nos dejara continuar la partida para conseguir llegar en primer lugar y ganar el campeonato. Aunque no resultara fácil ya que el circuito apenas tiene márgenes alrededor de las carreteras a los que poder salir en el caso de tomar mal las trazadas, en la mayoría de los casos nos encontraremos chochando contra los bordes y perdiendo velocidad, un precioso atardecer por un precioso paraje en el que encontraremos barro y gravilla, por partes iguales si conseguimos finalizarlo en primera posición accederemos a la secuencia final, en caso contrario no os desaniméis, una vez jugado por primera vez pasa a estar disponible en el modo de práctica, por lo que siempre podemos entrenar sin la presión del tiempo.


Los coches disponibles al principio son solo dos, dos vehículos míticos en la historia de los rallies, el Toyota Celica GT-Four ST205 el Lancia Delta HF Integrale, los dos tienen características muy parecidas a la hora de jugar con ellos, aunque si se nota que el Toyota tiene algo más aceleración y el Lancia es algo más manejable. Con cualquiera de los dos os haréis rápidamente y empezareis a conseguir buenos tiempos a las pocas partidas. Si conseguimos finalizar el juego desbloqueamos el tercer coche, el mítico Lancia Stratos HF, un coche que en su época se diseñó específicamente para el campeonato de rallies, el Stratos es un coche con una velocidad punta muy alta pero un control extremadamente difícil, con el una vez consigamos hacernos a su difícil manejo podemos pulverizar nuestros records anteriores. Tres coches míticos del mundo del rally que se quedan algo escasos en cuanto a variedad, pero que cumplen a la perfección. En sucesivas entregas del juego fueron incluyéndose otros míticos coches.


Los coches pueden ser modificados en el menú principal aunque estas modificaciones no serán aplicadas al modo campeonato, y solo podemos utilizarlas en el modo VS y el Time attack. Podemos así crear nuestra propia configuración de coche para intentar superar nuestros records o a nuestros amigos, creando algo más de variedad. Estas modificaciones son muy simples y van desde la suspensión trasera y delantera, al tipo de neumáticos o frenos.
Por otra parte al seleccionar el coche podemos elegir entre cambio manual o automático, por norma general solemos escoger automático pero si conseguimos dominar el cambio manual y saber bien donde tenemos que cambiar de marcha podemos mejorar nuestros tiempos ostensiblemente.

Una vez comenzado el campeonato, empezamos nuestras partidas en el último puesto de la clasificación, y al ser un juego de marcado carácter arcade aquí no competimos contra nuestros rivales por tramos y por tiempo como seria en la realidad, aquí todos los coches corren a la vez, la propia IA se encarga de que según vayamos arañando segundos al tiempo también vayan apareciendo los rivales en la carretera, debemos de tener especial cuidado con ellos ya que pese a que no están programados para evitar nuestro adelantamiento, sí que en ciertos tramos de los circuitos puede resultar difícil adelantarlos y podemos chocar contra ellos perdiendo unas valiosísimas décimas de segundo. Según acabemos un circuito se nos informará de la posición que ocupamos en la clasificación general, y en el siguiente circuito la mantendremos, si conseguimos terminar el tercer circuito en el primer puesto, desbloquearemos el circuito final, el lago, y en el trataremos de quedar primeros para ver el verdadero final del juego.



Llegar a esta situación os aseguro que no es para nada una tarea fácil y nos llevara muchas partidas y ensayos para controlar al milímetro cada tramo de los circuitos y en no pocas ocasiones nos quedaremos con la miel en los labios. Pero os aseguro que no os importara volver a empezar. Es más, el juego nos incita a volver a jugar ya que después de la pantalla de Game Over (mítica por cierto) no nos llevara a la pantalla principal si no que el juego se salta el clásico “Press Start” por nosotros y nos presenta ya directamente la elección de modo de juego.

Hay que destacar que en esta versión de Saturn, podemos elegir cuantas vueltas queremos dar a cada circuito, podemos echar una partida rápida dando una sola vuelta a cada circuito, lo que nos supondrá unos 6 o 7 minutos de juego, lo cual es idea siempre que queramos una partida rápida, aunque luego se convierta en varias partidas seguramente.
Por otra parte podemos poner tres vueltas por circuito, esto ya le da algo más de miga al juego ya que las probabilidades de fallar, en alguna de las curvas son mayores, pero también son mayores las posibilidades de adelantar a los coches rivales. Así la partida será bastante más larga. Como veis Sega Rally se adapta en este sentido a la cantidad de tiempo que queramos dedicarle al juego.

El modo practica nos pone al frente de una carrera por el circuito elegido contra otro coche, así, pese a denominarse como practica no deja de ser otra competición, lo que hará que siempre nos entre el pique de ganar al rival y eso supone hacer buenos tiempos y mejorar en cada partida, un buen modo de conseguir mejorar nuestro crono en ese circuito que se nos atraganta.


Por su parte el modo Time Attack es una versión del modo practica pero sin competición alguna con otro coche, aquí nuestro único rival es el tiempo, para mí la mejor manera de practicar los diferentes tramos de cada circuito ya que podemos tomarnos nuestro tiempo si queremos y además nunca tendremos la interferencia de otro coche a la hora de tomar las curvas como queramos. Tenemos eso si la opción Ghost, que nos presentara un coche fantasma que realiza el recorrido que hicimos en nuestra mejor vuelta, así podemos observarlo y saber cómo o no trazar las curvas. Y os aseguro que también nos entraran las ganas de superar esos tiempos vuelta tras vuelta.

¿Y si nos aburrimos de jugar solos? Pues no pasa nada, como era habitual en esa época, un modo VS está disponible, en esta primera versión del juego se incluyó un modo “on site” con la clásica técnica “Split Screen”, el ella los programadores han conseguido que el rendimiento del juego no se vea excesivamente reducido, eso sí, observaremos una menor distancia de dibujado y algún detalle menos en los escenarios.


Y es que técnicamente Sega Rally era un juego muy destacable en su época, no solo en la consola que corría si no también en comparación con los juegos de la competencia, el apartado gráfico del juego nos mostraba una fluidez sólida en la que apenas se notaba alguna ralentización, treinta fotogramas por segundo constantes hacían no solo el juego más agradable visualmente si no que mejoraba enormemente la jugabilidad ya que esta cuestión es muy importante en los juegos de velocidad.

Prácticamente todos los detalles vistos en la versión de recreativa están presentes en la consola de Sega, la resolución se ha visto reducida por supuesto, y los coches lucen bastante peor, pero aun así el juego luce genial, al nivel de los referentes de su época, la composición de los escenarios es muy rica, y si bien es cierto por ejemplo que muchos objetos son pixeles, (público o arboles por ejemplo) estos cumplen a la perfección su cometido, además, podemos encontrar decenas de detalles en los escenarios, como pájaros que echan a volar en cuanto se acerca nuestro coche.

Las texturas son firmes y muy variadas, incluso algunas con una calidad muy alta, el colorido del juego está fuera de toda duda. La distancia de dibujado es alta en comparación con lo que se solía ver en la época, el inevitable popping está ahí, en algunos circuitos se nota más que en otros, pero es algo muy pequeño, y además no resulta molesto para nada ya que dado la naturaleza del juego con infinidad de curvas y lo rico de los escenarios no nos fijaremos mucho en él.

Los escenarios como ya hemos visto anteriormente son muy variados entre sí, e incluso cada uno nos muestra diferentes parajes en su recorrido lo que hace que su escasez se vea ligeramente compensada con ello.




Los coches rivales pecan de un diseño muy simple y solo cuando lleguemos a los primeros puestos veremos alguno de los coches oficiales, eso ya pasaba en la máquina recreativa aunque no hubiese estado de más hacer los coches rivales aunque no oficiales, si algo más elaborados.

Contamos con dos cámaras disponibles, una desde el interior del coche y otra con el coche desde el exterior como veis en las fotos, la interior no nos muestra ninguna parte del coche, solo la carretera y la sensación de velocidad se ve aumentada con ella, apta sobre todo para todo aquel que disfrute de los juegos con un buen volante.

La versión domestica cuenta con un modo de repetición que nos mostrará nuestra carrera, siempre desde cámaras elegidas por los programadores, un añadido que se agradece pero que no hubiese estado mal haber dado libertad al jugador para seleccionar el ángulo deseado, aquí podemos ver algunos pequeños “fallos” en el poligonaje de los escenarios, que no son si no una muestra más del titánico trabajo que los desolladores realizaron para trasladar el arcade a nuestras casas.


El apartado sonoro del juego ha pasado en gran parte a la cultura popular de los videojeugos, su banda sonora de corte rockero compuesta por Takenobu Mitsuyoshi en la versión arcade fue convertida a Saturn aprovechándose de la calidad del CD por Naofumi Hataya y se dice que con la colaboración del genio Joe Satriani, aunque esto último no he podido confirmarlo. En ella destacan melodías como Getting Muddy o Conditioned Reflex, pero si algo es reconocible en este juego son las voces, como buen juego de rally, tendremos un fiel copiloto que ira “cantándonos” cada curva,“easy right” , “very long easy left”, entre otras muchas, son frases que aún están claras en la cabeza de todos los que lo disfrutamos, pero si hay una frase que todo el mundo recuerda es sin duda la de la pantalla de Game Over, en el que medio cantado se nos dirá un alegre “game over yeaahh” que parece decirnos que perder la partida no debería importarnos para nada y que siempre podemos volver a empezar en un momento una nueva para mejorar.
Tiempo después, en Japón Sega lanzó una versión del juego llamada Sega Rally Championship Plus, esta nueva versión añadía un ansiado modo online, usando el sistema XBAND, además se añadía el soporte para el control 3D de Saturn. Una versión similar salió en el mercado estadounidense bajo el nombre de Sega Rally Championship Plus: NetLink Edition. Cambiando el soporte de XBAND por el de Sega NetLink que se usaba en EEUU, por otra parte aquí se le quita el soporte para el mando 3D de Saturn, lo cual es una pérdida importante.



Sega Rally tuvo conversiones a otros sistemas, en su época, un tiempo después en 1997 fue convertido a PC, contando esta versión con unos gráficos muy similares a la de Saturn aunque algo mejorados, y por supuesto con un modo online disponible. Incluso hubo una versión para PC con soporte para aceleración 3D mejorando notablemente los gráficos. Y por último tuvo una versión para PS2, que era una conversión directa del arcade.

En cuanto a sus secuelas, cuenta con una magnífica segunda parte que además vio la luz en Dreamcast y PC, y un descafeinado Sega Rally 2006 para PS2, aunque luego Sega se redimió y lanzo un Sega Rally 3 en los arcades, un excelente juego que tuvo conversión para X360 y PS3 con una versión incluso mejorada bajo el nombre de Sega Rally Revo.
Sega Rally es un juego que siempre deberíamos de tener a mano, es el contraste a la tendencia de hoy en el que para un rato de diversión debemos pasar por decenas de menús de opciones, o interminables actualizaciones, diversión directa y sin complicaciones, eso es Sega Rally. Y un juego que marcó tendencia en su época, un juego en el que pese a su diferente enfoque se inspiraron otros juegos de rally.

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