domingo, 23 de octubre de 2016

VIOLENT STORM (ARCADE)


Liarse a mamporros contra los maleantes que aterrorizan nuestro barrio siempre ha sido una de las cosas que más nos gustan a los aficionados a los videojuegos, el género “beat em up” o yo contra el barrio, hoy en día prácticamente desaparecido, o al menos desaparecido en lo que a su concepto original se refiere, cuenta en su haber con un puñado de títulos que han pasado a la historia de los videojuegos por méritos propios.

En su auge, allá por finales de los ochenta y principios de los noventa, un goteo incesante de títulos inundaba los salones recreativos, todos seguían premisas comunes pero cada uno aportaba lo suficiente como para tenernos enganchados un buen rato a los mandos de la recreativa. Muchos de ellos se quedaron ahí, en los salones recreativos, y no gozaron de excesiva distribución además de no tener tampoco conversión doméstica, por lo cual no fueron muy conocidos, al menos no hasta que el glorioso MAME los llevó a nuestros hogares.

Violent Storm, el título que nos ocupa, tal vez se situe en tierra de nadie en lo referente a fama, es un título bastante desconocido en general, pero los que pudimos disfrutarlo en su época o los que lo descubren ahora no pueden dejar de considerarlo como una de las mejores representaciones de los beat em up.



Perteneciente a la trilogía Crime Fighters, junto con el propio Crime Fighters y el famoso Vendetta, y aparecido en la misma placa recreativa que Metamorphic Force o Mystic Warriors en 1993, Konami se despidió del género en los arcades con un juego notable en cada uno de sus aspectos, muy alejado de otros títulos de la compañía en el género, tanto en ambientación como en desarrollo. Violent Storm no innova en casi nada, repite los mismos clichés que una y otra vez solían repetir estos juegos (los cuales hoy echamos de menos), pero lo hace de manera tan perfecta que es un punto a su favor.


La historia nos sitúa al final de una eventual Tercera Guerra Mundial, la gente sobrevive como puede entre las ruinas del conflicto añorando los viejos tiempos, todos viven atemorizados pues la anarquía reina en las calles y las bandas criminales tienen el control. Entre todas, la más cruenta y despiadada es la banda de lord Geld.
En medio del caos surgen héroes anónimos encargados de defender a los débiles, nuestros protagonistas Wade, Boris y Kyle llevan años luchando en las calles para proteger a los inocentes, cosa que a las bandas no les gusta para nada, por ello deciden secuestrar a Sheena, una amiga del grupo con el fin de atraerlos a sus dominios y acabar con ellos… Como veis, el argumento es un claro copia y pega, con nombres y ambientación cambiados, de tantos y tantos “beat em up” aparecidos durante la década.

Violent Storm como buen juego de recreativas permite un modo cooperativo en el que podemos participar hasta tres jugadores (la versión analizada es la que solo permite dos simultáneos), tantos como personajes seleccionables tiene el juego. Tres personajes completamente diferenciados entre sí, con el objetivo de que cada jugador pueda escoger aquel que más se adapte a su estilo de juego, tres personajes que a su vez también son copia y pega de los clásicos “beat em up.


Tenemos a Wade, el típico guaperas equilibrado en todo, apto para los principiantes, y que al final también termina siéndolo de la mayoría de los veteranos. Boris, el forzudo de turno, que suelta hostias como panes, pero de lentos movimientos, y por ultimo Kyle rápido y especialista en patadas pero el menos fuerte de los tres.

El repertorio de golpes limitado al botón de golpear y al de saltar como suele ser habitual, es bastante variado y útil, incluso con combinaciones del stick de control y los botones podemos realizar más movimientos, como por ejemplo una patada baja con Wade al presionar hacia abajo con el control más botón de golpe, o un salto con el enemigo agarrado que puede realizar Boris y que termina con la cabeza del enemigo contra el firme.


Movimientos versátiles y útiles en su mayoría, que junto con los clásicos objetos que podemos obtener por el escenario ayudaran a abrirnos paso entre los pandilleros. Algunos típicos como cuchillos o tuberías y otros no tan típicos como cerditos que al cogerlos se transforman en balones de rugby o algunos objetos del mobiliario como sillas o macetas útiles para estampar contra la cabeza de los enemigos.

Cuentan además con un movimiento “especial” para librarnos de los tumultos de enemigos cuando nos veamos acorralados, este por supuesto nos quitará un pequeño trocito de nuestra barra de energía lo cual lo hace solo recomendable para casos muy extremos ya que si abusamos de él puede ser más perjudicial que beneficioso.



Las presas a los enemigos se realizan al acercarnos a ellos, tenemos que tener especial cuidado en este aspecto ya que si controlamos un personaje de poca fuerza y agarramos a un enemigo pesado e intentamos lanzarlo por encima de nosotros lo más probable es que terminemos cediendo a su peso y termine por aplastarnos, perjudicando a nuestra barra de salud en el proceso. Para evitar esto debemos de presionar el botón de acción repetidamente cuando la animación del lanzamiento tenga lugar y nuestro personaje con esfuerzo logrará voltear al enemigo. Es un punto a tener muy en cuenta ya que a veces estos agarres se producen sin querer y al contrario que en otros juegos no es posible cancelar la acción.

Los personajes se mueven ágilmente, y su respuesta al control es perfecta, tal vez se echa en falta algún golpe más, como por ejemplo el correr y golpear a los enemigos o algún tipo más de presa pero por lo general es un apartado más que correcto.


Gráficamente lo primero que nos llama la atención es el gigantesco tamaño de los sprites y la fluidez con la que se mueven estos, los personajes son enormes con una buena gama de animaciones y tienen un gracioso diseño que hace que pesar de ser los típicos del género, estos tenga una frescura propia, muy destacables los heavys que a ritmo de headbang nos atizaran con sus cadenas o algunos enemigos finales como el revisor del tren con un cancelador de billetes de tamaño desproporcionado.
Todos los escenarios están llenos de detalles dignos de admirar, coloridos y bien definidos, con un componente humorístico bastante alto, un mundo decadente pero con un componente caricaturesco muy marcado, muchos personajes en los fondos nos sacaran una sonrisa, veremos ciertos animales que incluso aparecen en la mayoría de los escenarios, como un gato al que le encanta perseguir ratones o bailar al ritmo de la danza del vientre, o un cuervo que se posa en varios lugares a lo largo del juego, en otros veremos cómo los enemigos se comportan de las más variadas y graciosas maneras, como algunos que se marean en los barcos de la fase del puerto, un tendero que tiene la mala suerte de encontrarse en medio de la contienda y al que le destrozan el puesto, los enemigos que pillamos desprevenidos durmiendo en los bancos de la estación del tren o del parque, la gente que nos jalea en las calles…


Muchos elementos de los escenarios son interactuables y podemos destruirlos, incluso algunos deben de ser esquivados ya que nos perjudicaran tanto a nosotros como a los enemigos como la colada de hierro fundido de la zona industrial.
El juego consta de siete fases, y como buen beat em up no podemos dejar de visitar escenarios icónicos del género, así tenemos presente la típica ciudad decadente, el parque, la planta industrial o la mansión (en este caso un antiguo museo), los cuales aparecen en el noventa por ciento de los juegos del género, después tenemos otros no tan manidos como un tren en marcha, o un puerto. Un punto a favor del juego es que la variedad de escenarios dentro de la misma fase es bastante alta, y así no pararemos de entrar o salir de edificios o cambiar de decorados, lo que nos dará una sensación de variedad más alta de lo que suele ser normal.

Sí que se echa en falta en este apartado algo muy típico de este tipo de juegos, y es que antes del enemigo final no tenemos la clásica fase del ascensor… si, aquella en la que nos van apareciendo decenas de enemigos acompañados de los “final boss” de todo el juego, no sé si es de agradecer o no, ya que suelen ser confrontaciones muy puñeteras en las que alguna vida suele volar, pero es algo clásico que aquí no tenemos la ocasión de “disfrutar”, si es cierto que alguno de los “final boss” tiene su reaparición a lo largo del juego como enemigo corriente, pero no es lo mismo.


En cuanto a la dificultad del juego destacar que es bastante elevada, su escasez de fases, solo siete, se ve compensada por una curva de dificultad que aumenta muy progresivamente los primeros niveles para hacerlo de forma brusca en los finales, sobre todo en los enemigos de final de nivel los cuales a veces son algo “tramposos”, de todas formas no es un juego imposible y veremos resultados según vamos jugándolo sucesivas veces, como en todo juego del género, se trata de estudiar los patrones de movimiento de los enemigos y no ir a lo loco.

La dificultad se ve aumentada por la ausencia de vidas extra, ya que pese a que el juego nos invita a recolectar los clásicos bonus de puntos, el engorde de nuestro marcador no se verá reflejado en vida extra alguna y tampoco podemos recolectarlas en ningún punto del juego, por lo que tenemos dos míseras vidas para toda la partida.
Además los personajes no cuentan con ningún movimiento especial que los saque de las situaciones más comprometidas, salvo el comentado ataque fuerte de cada uno con la correspondiente mengua de nuestra vida.


Violent Storm se muestra así como un juego no excesivamente difícil pero exigente y algo frustrante en comparación con otros juegos de género. Pero en el cual y gracias a su facilidad de manejo veremos rápidos progresos en cada partida.
El apartado sonoro llama poderosamente la atención por la banda sonora, compuesta por Kenichiro Fukui y Seiichi Fukami autores también de las melodías de otros juegos de Konami. Esta cuenta con numerosos temas cantados, con un marcado estilo funky, estos temas son los de mayor calidad del conjunto y junto con los clásicos efectos sonoros (tan clásicos que parece que son reutilizados sucesivamente en este tipo de juegos), completan un apartado muy a la altura.

Puede que Violent Storm parezca demasiado genérico a primeras de cambio, pero solo al jugarlo podemos apreciar el gran trabajo que los desarrolladores de Konami hicieron con él, un juego muy compacto en todos sus apartados, un gran representante del género, considerado por muchos como el último gran beat em up. O lo que es lo mismo una buena ración de diversión y descarga de adrenalina en partidas cortas que gustará a cualquier aficionado/a., sea o no el género de vuestros predilectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario